miércoles, 28 de marzo de 2007

PORTADA


UNIVERSIDAD DE SONORA
DIVISION DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES Y AGROPECUARIAS

DEPARTAMENTO DE ADMINISTRACIÓN AGROPECUARIA

Evaluación del potencial de recuperación de un pastizal en condición pobre mediante la aplicación de biosólidos con siembra de especies de zacates nativos como una opción de rehabilitación de estas tierras de pastoreo

ANTEPROYECTO DE TESIS PROFESIONAL

Miryam Yarim Álvarez Toro
Expediente No. 200202843

Aprobación:

Ph. D. Fernando Ibarra Flores

Director

Ph. D. Martha H. Martín Rivera

Asesor

M.A. Francisco Denogean B.

Asesor

INTRODUCCIÓN


Antecedentes.


Hoy en día, la ganadería en nuestro país esta pasando por situaciones difíciles y altamente criticas, ya que la falta de infraestructura adecuada, falta de información y la escasez de recursos económicos de todo aquel productor para aplicarlo al mejoramiento y manejo de los agostaderos y praderas no ha sido el indicado o suficiente para mantener debidamente esta tan importante actividad; además, las sequías prolongadas, severas heladas, desmonte y tala inmoderada, fuegos accidentales y el sobrepastoreo, han provocado una disminución de su potencial, desertificación y degradación de terrenos, así como la incapacidad de retención de humedad e infiltración del agua hacia los mantos freáticos han contribuido altamente en la reducción de la capacidad de producción de los ranchos. Hoy en día se ha encontrado que existe una excesiva cantidad de biosólidos en nuestro planeta; sin embargo, apenas escasos años atrás, se les ha encontrado un posible uso, el cual puede poner solución a la problemática presente que nuestro país enfrenta y hacer uso de estos como alternativa para rehabilitación de agostaderos.
Los biosólidos los podemos utilizar incorporándolos a los terrenos agrícolas, bosques, campos de pastoreo, entre otros; para abastecerlos de nutrientes y renovarlos de materia orgánica.
Los biosólidos son aquellos materiales orgánicos producidos durante el tratamiento de aguas residuales de origen comercial, industrial y municipal. Uno de los principales objetivos de hacer uso de estas aguas residuales, es reducir de manera significativa la concentración de organismos que causen enfermedades mejor conocidas como enfermedades patógenas. Los biosólidos, para su mejor estudio, se han clasificado en dos clases; biosólidos de clase A y biosólidos de clase B.
Los biosólidos de clase A, han sido tratados hasta el punto en que la concentración de patógenos se reduce a niveles tan bajos, que no se necesiten restricciones adicionales o precauciones de manejos de los mismos.
Por otra parte, los biosólidos de clase B, se han sometido a tratamiento que ha reducido, pero no eliminado del todo los patógenos. Estos biosólidos los podemos utilizar como fertilizantes orgánicos que no llegan a causar alteraciones en el suelo y agua, en comparación con otros fertilizantes comerciales que han producido alteraciones en los mismos.


Importancia del problema.


La importancia del presente trabajo, radica en que los biosólidos son un problema actual de nuestra sociedad y se requiere darle algún tratamiento o uso que nos brinde beneficios en general. Es por eso que surge la necesidad y la idea de llevar a cabo el presente proyecto, el cual podría ser de gran utilidad para todos aquellos productores y/o ganaderos de la zona serrana de nuestro estado; así como para cualquier ganadero que requiera hacer uso de esta información. En los pastizales, las gramíneas resultan ser aquellas que poseen mayor importancia por ser las especies mas dominantes, las que determinan el aspecto fisonómico y las que proporcionan alimento al ganado, entonces, la aplicación de biosólidos en praderas establecidas, podría ser una alternativa esencial para la rehabilitación y mejoramiento de estas, ya que los biosólidos son un importante proveedor de nutrientes a los suelos y lo cual puede dar lugar a rendimientos mejores en los cultivos y/o pastos, ya que los estos actúan como un sustituto parcial de los fertilizantes y generalmente se encuentran respuestas positivas.
La aplicación de biosólidos a los agostaderos podría representar una opción relativamente económica la cual no implicaría hacer inversión consideradamente alta en comparación a otras técnicas o manejos para el mejoramiento de praderas establecidas.


Objetivo.


Evaluar el potencial de recuperación de un pastizal en condición pobre mediante la aplicación de biosólidos con siembra de especies de zacates nativos como una opción de rehabilitación de estas tierras de pastoreo.

REVISIÓN DE LITERATURA


Importancia de los agostaderos en Sonora.

En la actualidad, la ganadería en nuestro estado, esta atravesando por momentos difíciles (Coronado y McClaran, 2001), ya que la falta de infraestructura adecuada, la falta de recursos económicos de los productores para aplicar nuevas técnicas y manejos en los agostaderos, han reducido la capacidad de producción de los ranchos (Ibarra et al., 2005), así como a la influencia de diferentes factores tales como: el manejo inadecuado de la vegetación y el sobrepastoreo a través del tiempo, presentan una productividad baja que repercute directamente en una reducción en los índices de producción y en los ingresos económicos para el ganadero (Álvarez, 2006). A tal grado que en forma general los recursos forrajeros soportan una carga animal del 12% superior a su capacidad de sostenimiento, dando como resultado, agostaderos de condición regular que producen por abajo del 50% de su potencial y con tendencia negativa; aunque últimamente, se han hecho verdaderos esfuerzos para eficientar las acciones de organización para la comercialización del ganado, las deficiencias históricas mantienen a los productores todavía atados a un solo mercado, el cual impone reglas en calidad, sanidad y precio del producto (Fraijo, 2006).

Las gramíneas constituyen el alimento ideal para los animales del agostadero, proporcionan de manera económica un equilibrio nutritivo insustituible, es decir, se puede afirmar que la flora de una pradera influye directamente en la producción animal (Duthil, 1967).

Los pastizales abiertos de la sierra de Sonora juegan un papel muy importante para la producción de carne y fauna silvestre. De acuerdo con la Unión Ganadera Regional de Sonora, existen por lo menos 10,000 productores con asiento de producción, sin embargo, se estima que existen más de un millón de hectáreas degradadas en esa zona, que producen tres ó cuatro veces menos forraje que su potencial y presentan fuerte deterioro y un alto porcentaje de suelo desnudo con elevado potencial de erosión (Aguirre, 2004).

Características de la vegetación en el norte de Sonora.

Aunque los pastizales ocupan poca superficie en Sonora, comparados con los matorrales áridos y semiáridos, la familia de las gramíneas es ampliamente representada por un gran numero de especies de zacates nativos e introducidos (COTECOCA y SEMARNAP, 2003). Estas áreas de pastizales incluyen los siguientes tipos de vegetación: pastizal mediano abierto, pastizal mediano arbofrutescente, pastizal amacollado, pastizal arbofrutescente y pastizal halófilo. Esta región ecológica se caracteriza por presentar clima seco con sus modalidades calido, semicalido y templado BSh, BS (h’); con precipitación anual de 350 a 600 mm y temperatura media anual de 18 a 24 °C. La fisiografía es muy variada, desde planicies, valles, lomeríos bajos, medianos y altos, hasta escarpas y laderas de sierra, con pendientes de 1 a 65% y altitudes hasta 1900 msnm (COTECOCA, 2002).

Alternativas para rehabilitar las praderas establecidas en el norte de Sonora.

Las practicas de rehabilitación o revegetacion de pastizales, además de ofrecer la posibilidad de incrementar la disponibilidad de forraje y reducir los riesgos de erosión, permiten también mejorar la calidad nutritiva del forraje disponible, sin embargo se requiere conocer cuales son las mejores especies y practicas de establecimiento y manejo para lograr tener éxito (INIFAP, 1997).

La sobreexplotación y el sobrepastoreo en los agostaderos del estado de Sonora, las recurrentes sequías de los últimos años, los fuegos accidentales, tala inmoderada, entre otros, han causado daños severos en estos, tales como la desertificación, erosión y la perdida de retención de humedad (Ibarra et al., 2003). Esta situación ha originado el uso de alternativos de mejoramiento de las tierras de pastoreo; las practicas de rehabilitación de agostadero son los trabajos que se hacen en los ranchos para incrementar el potencial de producción forrajera a través de retener humedad en el suelo, sembrar mezcla de pastos y arbustos y controlar vegetación invasora, entre otros (Fraijo, 2006).

Algunos ejemplos destacados para tener éxito en el mejoramiento de agostaderos es la siembra de especies forrajeras, descompactación con subsoleo, utilización con rodillo, quema controlada y el desvarado (Ibarra et al., 2003). El uso de biosólidos es considerado también como una practica para mejorar tierras de pastoreo, sumándose a las diferentes opciones para frenar el deterioro y los problemas de baja producción y calidad del forraje en los agostaderos (Jurado et al., 2004).

Aguas residuales y tratamiento.

Cano, et al. (2000) reporta que las aguas residuales son todas aquellas que han dejado de ser útiles al humano, tanto para su vida personal, como en la industria, comercio y los procesos productivos. Estas, han sido depositadas al suelo, ríos, arroyos y al mar en el mismo estado en que se desechan, sin hacer un buen uso, tanto racional como técnico de las mismas.

Las aguas negras no son solo las descargas de los sanitarios, sino el conjunto de todos los otros desagües de hogares e industrias. El agua de desecho es mil partes de agua por una de desperdicios, o sea, 99.9% de agua y 0.1% de desperdicios. Dado este voluminoso uso, la cantidad de aguas de desecho generadas por persona al día es de 600 a 800 litros (Nebel y Wright, 1999).

Apenas en la ultima década se ha promovido su aprovechamiento como fertilizante orgánico; aun así, el valor de los lodos de las aguas residuales como fertilizante no compensa los costos de tratamiento y transportación (Fraijo, 2006). Los cuatro métodos que se utilizan para convertir los lodos residuales en fertilizante orgánico son: (a) la digestión anaeróbica que resulta ser la común y utilizada (b) la preparación de composta, (c) la pasterización y (d) la estabilización con cal (Nebel y Wright, 1999).
Biosólidos.

Hoy en día se llama biosólido a lodos tratados, para mejorar su imagen publica y son excelentes fertilizantes orgánicos, los cuales son obtenidos a través de líquidos cloacales, los cuales difieren entre si en función del grado de estabilización del producto final (La idea de darle valor a los biosólidos en la agricultura se da por la idea de que estos son mas un recurso que un residuo, por aquellas propiedades que poseen de mejorar el suelo y su contenido de nutrientes. Sin embargo no se recomienda usarlos sin control alguno (Lavado y Tabeada, 2002).

Efecto de los biosólidos en la vegetación.

Martínez et al. (2003), en estudios realizados en diversos ecosistemas semiáridos degradados, mostraron que el crecimiento de plantas nativas mejoro con la aplicación de biosólidos en dosis de 40, 80 y 120 tn/ha. La producción de biomasa incremento significativamente, el incremento de ciertos elementos esenciales para las plantas también sufrió cambios y se determino que las aplicaciones de biosólidos pueden dar mejores resultados en el suelo y en la vegetación nativa, reduciendo contaminación para el medio ambiente.
Efecto de los biosólidos en el suelo.

Gracias al aporte de N orgánico que poseen los biosólidos, se eleva el contenido de N mineral que se encuentra a disposición de las plantas o cultivos y aunado a esto, se da una influencia en la concentración de fósforo, calcio, potasio, magnesio, zinc, entre otros elementos en el suelo, entonces se ha comprobado un incremento realmente significativo de materia orgánica en este (Lavado y Tabeada, 2002).


MATERIAL Y MÉTODOS

Descripción del sitio de estudio.

El presente trabajo de investigación se llevara a cabo en el predio Ojo de Agua, predio particular de los Hermanos Díaz, estando ubicado enseguida al rancho experimental de la Universidad de Sonora, Campus Santa Ana, el cual se encuentra ubicado a 16 km al Este de la ciudad de Cananea, Sonora, sobre la carretera que comunica a esta ciudad con el poblado de Bacoachi localizado geográficamente a 30º 58’00.6” Latitud Norte y 110º 08’ 44.8” Longitud Oeste. El sitio de estudio se encuentra a 1,403 msnm, en un área de transición de pastizal mediano abierto y pastizal mediano arbofrutescente en condición pobre.
Metodología.

Se seleccionara el sitio de estudio en un pastizal degradado en condición pobre, el cual se delimito con anterioridad con marcos de Madera de Triplay que posteriormente, se colocaron en cada parcela experimental previamente trazadas en el sitio de estudio y a los cuales se les aplico varias dosis de biosólidos de procedencia domestica (proporcionados por UNION FENOSA). En algunas parcelas se aplico una mezcla de zacates nativos y en otras no.

Las variables de vegetación que se evaluaran serán: producción de forraje (kg MS/ha), densidad de plantas (plantas/m2), altura (cm) y cobertura basal (cm2) durante el verano del 2007.

Diseño experimental y análisis estadístico.

Se utilizara un diseño de bloques al azar y las variables a evaluar se analizaran de forma independiente por media de un análisis de varianza. Los análisis estadísticos se efectuaran con el paquete estadístico COSTAT.

ESTIMACIÓN DE COSTOS

* Utensilios $ 1,000.00
* Gasolina $ 8,000.00
* Alimentación $ 3,000.00
* Semilla $ 0
* Salidas al sitio de estudio $ 1,400.00
* Papelería $ 1,200.00
* Entre otros $ 6,000.00
* Imprevistos 10% $ 2,060.00

* TOTAL $25,410.00

FUENTES DE FINANCIAMIENTO

Aportación personal 20%
Universidad de Sonora 50%
Fundación Produce Sonora A.C. 30%

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguirre, M. R. 2004. La ganadería en Sonora y sus recursos naturales-origen y su historia al presente. Libro (en prensa). Hermosillo, Sonora, México. p. 63.

Alvarez, T. M .Y. 2006. Evaluacion de la germinacion y viabilidad de la semilla de zacate Buffel Cimarron (Cenchrus multiflorum Prest.) bajo condiciones controladas. Tesis. Santa Ana, Sonora, México. p. 1.

COTECOCA. 2002. Comisión Técnico Consultiva para la determinación de Coeficientes de Agostadero. Diagnostico de los agostaderos del estado de Sonora. SAGARPA-Coordinacion General de Ganaderia. Hermosillo, Sonora, Mexico. pp. 4-52.

COTECOCA y SEMARNAP. 2003. Comision Tecnico Consultiva para la determinacion de Coeficientes de Agostadero y Secretaria del Medio Ambiente, Recursos Naturales y pesca. Uso actual del suelo-pastizales. Articulo electronico consultado en: http://www.semarnat.gob.mx/sonora/pastizales.shtml

Coronado, J. A. and M. P. McClaran. 20001. Range Condition, tenure, management and biophysical relationships in Sonora, Mexico. Journal of Range Manage. 54:31-38.

Duthil, J. 1967. Producción de forrajes. Ediciones mundi-prensa. España. pp. 29 y 30.

Enkerlin, E., G. Cano, A. Nelly. y E. Vogel. 1997. Ciencia Ambiental y desarrollo Sostenible. Ed. Tomos. Mexico, D.F. p. 411.
Fraijo, Z. S. 2006. Tesis. Santa Ana, Sonora, Mexico. p. 3.
Jurado, P., M. Luna y R. Barretero. 2004. Aprovechamiento de biosólidos como abonos orgánicos en pastizales áridos y semiáridos Tec Pec Mex. 42 (3):379-395.

Lavado, S. y M. Tabeada. 2002. Manual de procedimientos para la aplicacion de biosolidos en el campo. Convenio agues Argentinas, S.A. y facultad de Agronomia, UBA. Argentina.

Ibarra, F., S. Moreno., M. Martin., F. Denogean y L. E. Gerlach. 2005. La siembra de zacate buffel como una alternative para incrementar la rentabilidad de los ranchos de Sonora. Tec Pec Mex. 43(2):173-183.

Ibarra, F., H. martin., A. Encinas y S. Perez. 2003. Recomendaciones para el mejoramiento forrajero de los agostaderos de Sonora, mediante tecnicas de rehabilitacion y manejo. Publicacion especial. FPS; UGRS; PATROCIPES; INIFAP, Hermosillo, Sonora, Mexico.

INIFAP. 1997. Transplante de chamizos en agostaderos. Tecnologias llave en mano. Hermosillo, Sonora.

Nebel, B. J. y R. T. Wright. 1999. Ciencias ambientales. Ecologia y desarrollo sostenible. Sexta edicion. Editorial Pearson Educación. Mexico, D. F. pp. 325-335.