miércoles, 28 de marzo de 2007

INTRODUCCIÓN


Antecedentes.


Hoy en día, la ganadería en nuestro país esta pasando por situaciones difíciles y altamente criticas, ya que la falta de infraestructura adecuada, falta de información y la escasez de recursos económicos de todo aquel productor para aplicarlo al mejoramiento y manejo de los agostaderos y praderas no ha sido el indicado o suficiente para mantener debidamente esta tan importante actividad; además, las sequías prolongadas, severas heladas, desmonte y tala inmoderada, fuegos accidentales y el sobrepastoreo, han provocado una disminución de su potencial, desertificación y degradación de terrenos, así como la incapacidad de retención de humedad e infiltración del agua hacia los mantos freáticos han contribuido altamente en la reducción de la capacidad de producción de los ranchos. Hoy en día se ha encontrado que existe una excesiva cantidad de biosólidos en nuestro planeta; sin embargo, apenas escasos años atrás, se les ha encontrado un posible uso, el cual puede poner solución a la problemática presente que nuestro país enfrenta y hacer uso de estos como alternativa para rehabilitación de agostaderos.
Los biosólidos los podemos utilizar incorporándolos a los terrenos agrícolas, bosques, campos de pastoreo, entre otros; para abastecerlos de nutrientes y renovarlos de materia orgánica.
Los biosólidos son aquellos materiales orgánicos producidos durante el tratamiento de aguas residuales de origen comercial, industrial y municipal. Uno de los principales objetivos de hacer uso de estas aguas residuales, es reducir de manera significativa la concentración de organismos que causen enfermedades mejor conocidas como enfermedades patógenas. Los biosólidos, para su mejor estudio, se han clasificado en dos clases; biosólidos de clase A y biosólidos de clase B.
Los biosólidos de clase A, han sido tratados hasta el punto en que la concentración de patógenos se reduce a niveles tan bajos, que no se necesiten restricciones adicionales o precauciones de manejos de los mismos.
Por otra parte, los biosólidos de clase B, se han sometido a tratamiento que ha reducido, pero no eliminado del todo los patógenos. Estos biosólidos los podemos utilizar como fertilizantes orgánicos que no llegan a causar alteraciones en el suelo y agua, en comparación con otros fertilizantes comerciales que han producido alteraciones en los mismos.


Importancia del problema.


La importancia del presente trabajo, radica en que los biosólidos son un problema actual de nuestra sociedad y se requiere darle algún tratamiento o uso que nos brinde beneficios en general. Es por eso que surge la necesidad y la idea de llevar a cabo el presente proyecto, el cual podría ser de gran utilidad para todos aquellos productores y/o ganaderos de la zona serrana de nuestro estado; así como para cualquier ganadero que requiera hacer uso de esta información. En los pastizales, las gramíneas resultan ser aquellas que poseen mayor importancia por ser las especies mas dominantes, las que determinan el aspecto fisonómico y las que proporcionan alimento al ganado, entonces, la aplicación de biosólidos en praderas establecidas, podría ser una alternativa esencial para la rehabilitación y mejoramiento de estas, ya que los biosólidos son un importante proveedor de nutrientes a los suelos y lo cual puede dar lugar a rendimientos mejores en los cultivos y/o pastos, ya que los estos actúan como un sustituto parcial de los fertilizantes y generalmente se encuentran respuestas positivas.
La aplicación de biosólidos a los agostaderos podría representar una opción relativamente económica la cual no implicaría hacer inversión consideradamente alta en comparación a otras técnicas o manejos para el mejoramiento de praderas establecidas.


Objetivo.


Evaluar el potencial de recuperación de un pastizal en condición pobre mediante la aplicación de biosólidos con siembra de especies de zacates nativos como una opción de rehabilitación de estas tierras de pastoreo.

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